Gonzalo Cortés Villalgordo de Castellón, Castellón, ES en Houzz

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PÉRGOLAS

GENERALIDADES, CÓMO CONSTRUIRLAS Y TIPOS DE PLANTAS A USAR

INTRODUCCIÓN

Los jardines en general, y más concretamente los meridionales deben estar pensados para resultar agradables en los días más cálidos y de mayor insolación. Deberemos definir la ubicación de cada una de las zonas de sombra dentro de nuestro jardín.

Una de las áreas sombreadas puede ser la generada por una pérgola, una construcción de estructura más o menos liviana y de mayor o menor complicación y diseño, que será el soporte de plantas trepadoras o sarmentosas cuyas ramas, follaje y flores decorarán el conjunto y actuarán como parasol. Si no se usan plantas, podemos introducir los toldos o generar un tejado.

El diseño de la pérgola debe corresponderse con el estilo del edificio principal, sobre todo si está construido cercano a él, y con el estilo del conjunto ajardinado si lo hay.  Generalmente se aconseja como criterio clave para las pérgolas la sencillez en su diseño y construcción.

Para jardines privados habrá que dimensionar la altura de la pérgola teniendo presentes la situación de las ventanas, la cornisa del tejado, las dimensiones del jardín, del edificio principal y del área en la que se va a instalar la pérgola. También es importante establecer una correcta proporción entre las dimensiones de anchura y altura de la pérgola.

 

DETALLES CONSTRUCTIVOS

Primero que nada, debemos distinguir entre pérgolas de paseo en zonas ajardinadas amplias y pérgolas para jardines o estancias privadas. Los detalles constructivos explicados a continuación son para pérgolas de paseo, aunque son perfectamente aplicables a pérgolas para espacios pequeños, con estancia de descanso, barbacoas, etc.

La amplitud de una pérgola debe ser suficiente para que puedan caminar dos personas con amplitud por debajo de su estructura (2’5 - 3 m) y su altura común está entre 2’20 y 2’60 m, suficiente para que las plantas cuelguen un poco sin rozar la cabeza. No obstante, si es posible, conviene elevarlas a 2’5 - 3 m, o incluso más, como sucede con las pérgolas de tipo arquitectónico y con estructura metálica, que permiten alturas y amplitudes mucho mayores.

No existen normas sobre su longitud, pero cuanto mayor sea ésta, más grande será la tensión visual, lo cual puede ser una ventaja si nos conduce hacia una zona más amplia o más interesante que la que hemos dejado atrás. Las pérgolas cortas, llamadas también emparrados, pueden usarse como punto focal en un rincón alejado del jardín. No es necesario que tenga una forma recta; una pérgola con una planta curvada crea una interesante sensación de amplitud visual.

Si la pérgola se va a hacer de madera, conviene utilizar maderas duras y sanas, pero pueden emplearse también maderas blandas si se tratan con un buen barniz protector o están tratadas para su uso a la intemperie y en contacto con la humedad. Las más duras son de acacia, pino y aliso, de uso frecuente para la construcción de pérgolas. Para el caso de estas estructuras se emplean pilares de 10-12 x 10-12 cm, o troncos de 10-15 cm de diámetro si se trata de una pérgola rústica, y se entierran hasta una profundidad de 0’7 - 0’8 m.

Si va apoyada sobre un muro, las vigas transversales irán dispuestas de forma individual o en pares con una pequeña separación entre sí. En este caso pueden sustentarse sobre una viga horizontal de 10 x 5 cm. apoyada o clavada en el propio muro y descansar a su vez sobre el armazón exterior, que soportará otra viga horizontal con escotaduras cada 0’9 m. coincidentes con otras hechas en la viga horizontal del muro. Las vigas sostendrán a las correas, también de madera, y de 7 x 15 cm. de sección que completarán el entramado separadas 50 cm. entre sí.

En cuanto a los pilares, la separación aconsejada será de 2’5 - 3 m, con un máximo de 4 m, y su cimentación se realizará mediante zapatas de hormigón de 0’60 m de profundidad a las que se unirán mediante elementos de anclaje metálicos galvanizados. En el caso de pilares de hormigón se utiliza como armadura una varilla que une cimiento y pilar.

 

Las pérgolas para jardines privados se pueden adquirir prefabricadas y preparadas para montar en una amplia gama y a un coste razonable. Se hacen de madera, metales o materiales prefabricados y como sombra pueden usarse toldos, tejado o plantas trepadoras.

Para pérgolas en zonas ajardinadas amplias, el nivel del suelo de la pérgola ha de ser el mismo en toda la superficie o longitud y debe estar a la misma cota que el jardín. Las losas de piedra artificial, lajas de rodena o grandes losas de tierra cocida, son materiales de interés para generar estos suelos. Dentro de la pérgola no debe haber ninguna interrupción para un paseo lento y, si el camino interior continúa en el jardín, no es conveniente que haya desniveles a no ser que se establezca un criterio de diseño en que predominen los cambios de nivel.

Para que las pérgolas realmente proyecten una buena sombra a partir de plantas trepadoras y creen un lugar de estancia agradable, tienen que estar bien cubiertas de trepadoras. Existe un gran listado de especies trepadoras y sarmentosas adecuadas para estas construcciones, pero hay que comprobar que todas las que tengan espinas, como los rosales, estén bien podadas y entutoradas.

En el post siguiente os hablaremos de las plantas trepadoras para que podáis ver la gran variedad que podéis encontrar y así poder elegir de forma correcta. Esperamos que el post os sirva de ayuda. En un post futuro os enseñaremos una que hemos hecho nosotros en casa para una parte de nuestro jardín.

¡¡¡SALUDOS!!!